El covid-19 causó que millones de personas comenzaran a teletrabajar y esto es solo el comienzo de un tendencia hacia la utilización del trabajo remoto; modalidad de trabajo que llegó para quedarse. Los cambios de comportamiento que hemos vivido, en tan poco tiempo, han sido tan vertiginosos que hace algunos meses, muchos teletrabajadores se quejaban de lo incomodo que era trabajar con los niños en casa, sin los compañeros de oficina, sin horarios, etc. Si bien, aún, esta queja existe; los mismos que se quejaban le han comenzado a tomar el sabor al trabajo remoto. Y este cambio de opinión se debió a varios factores que aparecieron cuando comenzó el ingreso a la nueva normalidad.
Es que cuando regresaron a la oficina se dieron cuenta que no era la de antes; estaban condicionados por protocolos de todo tipo como el distanciamiento social, higiene o alcohol en gel a la vista, uso de mascarilla y lo que es peor una continua sensación de inseguridad o precaución que a la larga o a la corta fue una fuente de estrés. Y cuando recuerdan el teletrabajo en casa, ahora sin los niños (comenzó el regreso a las aulas); la balanza tiende a inclinarse hacia el teletrabajo.
Tendencia confirmada por empresas, que al dar la opción de volver a la oficina , muchos de sus trabajadores prefieren seguir trabajando desde casa. Por supuesto en plena pandemia , en su punto más alto, millones de trabajos pasaron a la modalidad remota de una manera forzada porque no eran trabajos que se pudieran hacer inhome con la misma eficacia que en forma presencial. Por ejemplo la atención a cliente de edad avanzada, en forma remota, implica dejar excluida a mucha gente que no sabe usar una computadora o no tiene quien le haga los tramites online. Y hay miles de trabajos que se realizan, de mejor manera, en forma presencial que remota pero también hay miles que son perfectamente realizables en modalidad remota y que antes de la pandemia se hacían presencialmente.
Todo cambia y muy rápido; los mismos medios que criticaban el teletrabajo son los que publican noticias como que hay una nueva división de trabajadores: los privilegiados que pueden teletrabajar y los que tienen que ir a trabajar presencialmente; haciendo referencia a un trabajo que pueda ser realizado de las dos maneras: presencial y remota. Porque no tiene sentido plantear esta dicotomía en labores como medicina, constructor, almacenero, etc. Pero en el trabajo de oficina donde 99% de los trabajadores utilizan computadoras, el trabajo puede ser, y será, hecho desde casa.
Vaya novedad, que teletrabajar puede ser un privilegio; si puedes compatibilizar tu vida personal con el teletrabajo, el trabajo remoto es la mejor manera de trabajar.
Los aún reacios a la adopción del teletrabajo, y hay muchos motivos validos para preferir la presencialidad, esperan la vacuna o remedio para que todo vuelva a ser como antes. El problema con esta solución es que muchas empresas habrán descubierto los beneficios del teletrabajo y no volverán como antes al trabajo presencial. Y a las que les fue mal con el teletrabajo, deberán al menos considerarlo como un plan B ante nuevas olas del virus .
Todo indica que si luego de la vacuna todo vuelve a ser como antes; estaremos en las mismas condiciones (viajes, turismo masivo, hacinamiento, comida exótica chatarra, etc) que permitirán que, en pocos años, surja un nuevo virus y tengamos que volver a la cuarentena y a teletrabajar. Entonces como una manera de crear un futuro más sano y sostenible; el teletrabajo tendrá que tener un rol central dentro de la organización de cualquier empresa.
Cursos relacionados:
