Correr en la naturaleza es una de las actividades más hermosas que todo corredor o deportista debería hacer por lo menos una vez si es que le gusta la aventura. Y es necesario por muchos motivos pero tal vez el más importante es que podrás acceder a lugares y sensaciones solo accesibles para quien corre o camina fuera de los caminos habituales. Es que muchos trails se organizan en lugares que son inaccesibles por ser difíciles de llegar o por ser predios privados a los cuales solo se puede ingresar cuando se realiza una carrera; sitios paradisíacos a los que no llega el turismo.
Para llegar a ellos, corriendo o caminando, hay que seguir todo un proceso de aprendizaje. Las carreras de montaña y trails han tenido un boom extraordinario y han atraído a muchos corredores de asfalto que se han anotado y participado en mas de una en aquellos tiempos, pre-pandemia, en que habían carreras todas las semanas.
Tengo que decir algo que es evidente: correr en la naturaleza no es lo mismo que correr en el asfalto. Es evidente, pero todos van a correr en la montaña como corren en la calle y ahí comienzan los problemas. El error más común es intentar correr todo el trayecto a una misma velocidad , baja o rápida, tanto da. Este error es básico. En la montaña caminas, trotas, corres y te detienes cuando la montaña lo requiere, lo que manda es el entorno natural. Mientras que en un circuito de calle a lo sumo aparecerá una subida y alguna baldosa floja; en la montaña , no hay cosa que no aparezca o que pueda aparecer.
Otro error común para novatos es la falta de concentración , en un circuito de calle la gente llega a correr hasta con auriculares, en la montaña sería suicida porque tienes que escuchar tus pisadas, el aire, ruidos de animales, etc . La concentración debe ser máxima; mas que concentración es una inmersión, tal cual una gacela cuando corre, no va mirando el paisaje ni pensando en las cuentas que tiene que pagar, simplemente va hacia un destino.
Parece difícil y lo es si quieres correr en cualquier tipo de montaña, lo cual no es recomendable para nada aun para profesionales. Lo bueno de este tipo de aprendizaje es que disfrutaras mucho en el camino hacia el objetivo porque convengamos que correr sobre asfalto es casi siempre lo mismo, y el solo salir del mismo e ir a correr a una playa o a un campo plano te llenara de nuevas sensaciones.
Correr sobre asfalto tiene lo suyo; he corrido miles de kilómetros sobre asfalto y los mejor es la seguridad y la velocidad. Pero llegados a cierto punto esto puede aburrir o incluso en tiempo de pandemia ir a correr a un entorno natural es más sano porque sin duda que una de las cosas mejores de la montaña es el aire y la soledad, no hay como el aire de montaña al amanecer .
En cuanto a la preparación física necesitaras fortalecer tobillos, rodillas y practicar mucho la propiocepción para tener un buen equilibrio dinámico.
Obviamente debes comenzar de menos a mas. Ahora no hay carreras por la pandemia y es buen momento para entrenar. La montaña o la naturaleza puede quedar lejos de casa pero las condiciones que encontraremos en la misma no están muy lejos por raro que parezca; Áreas con cesped, tierra, playas, pequeños cerros, riveras de ríos o arroyos ofrecen condiciones para comenzar a entrenar.
La montaña a la vuelta de la esquina
Mi primera maratón no fue participar de ninguna competencia oficial, fue correr 42 km por la playa simplemente porque lo quería hacerlo, ida y vuelta 42 veces en un playa que mide exactamente 1 km . Desde el punto de vista físico, tu cuerpo no sabe si estas en la maratón de Boston o en la esquina de tu casa, solo sabe a cuanto late tu corazón y el oxigeno que puedes consumir . Y en cuanto a entrenar para una montaña no sabe si estas subiéndola o subiendo una escalera de 5 pisos 10 o 20 veces. Las dos actividades pueden tener el mismo efecto a lo efectos de entrenar. Uno de mis entrenamientos más excéntricos fue hacer repeticiones de subir corriendo, por la escalera, seis pisos de un centro comercial. El lugar lleno de gente mientras subía y bajaba pero casi nadie usa las escaleras y pude meter un workout importante durante una semana que no paraba de llover.
Es que para entrenar para correr en la naturaleza no es necesario correr en la misma. Se ha creado toda una metafísica de lo que es participar de una carrera de calendario cuando en realidad la misma no es más que una continuidad del entrenamiento. La gran carrera es el entrenamiento y la carrera de una determinada fecha , una 10 k, 20 k, etc no es mas que un stride dentro de la gran carrera de los miles de kilómetros dejados en entrenamientos en todo tipo de superficies.
Cuando comiences a entrenar en una superficie natural, aunque mas no sea la arena de una playa; el solo hecho de cambiar del asfalto a una superficie natural, sentirás en forma inmediata cambios en la pisada lo cual es esperable ya que la superficie es irregular. Esto fortalecerá tus músculos inferiores y mejorará tu pisada y equilibrio. Este cambio ya los sentirás en superficies relativamente simples como arena con desnivel, arena floja o cesped y ni hablar en piedra suelta o canto rodado que sería la ultima superficie sobre la que debes practicar.
Cada superficie tiene su técnica especifica pero la regla común para todas (calle, arena, pasto, piedras) es que un corredor debe pisar liviano. Un buen corredor no deja huellas y no hace ruido al pisar.
Como pisar será fundamental; las torceduras de tobillo estarán al orden del día pero el tobillo debe tener flexibilidad y volver a su posición vertical sintiendo solo un leve tirón.
Correr en la naturaleza es un proceso apasionante que comienza cerca de casa y donde guiarnos por nuestras sensaciones y no intenciones es la llave de entrada a nuevas experiencias.
Extraído del curso online: Entrenamiento específico para el corredor de montaña
